Lo más importante de los adaptógenos es entender que son creados por la naturaleza y que tienen un increíble poder de adaptación. Desde su hábitat natural, estos elementos han desarrollado una gran resiliencia para adaptarse a condiciones adversas, trasmitiendo estas increíbles propiedades a nuestro cuerpo cuando las consumimos.
Lo más importante al consumir estos hongos, plantas y raíces, es saber que no contienen ningún tóxico o sustancia que pueda alterar nuestra salud bajo ningún precepto, así como no deben generar efectos alucinógenos o alteraciones de la percepción. También podemos tener la seguridad de que no tendrán efectos negativos en nuestro cuerpo o efectos secundarios, siempre y cuando no presentemos condiciones de salud particulares que deben ser verificadas por un médico experto.
Estos hongos contienen un altísimo valor que nos aporta diferentes vitaminas y nutrientes esenciales. De la misma manera, no están relacionados a un problema específico, sino que, de manera integral, ayudan a nuestro cuerpo a recuperarse de situaciones de estrés físico, emocional, inflamación celular, de nuestros órganos e incluso nos ayudan a regular la función hormonal.
Como todo lo que consumimos, en la medida adecuada, los adaptógenos son un potente coadyuvante para nuestro bienestar físico, reflejándose en nuestro estado emocional. Es por esto que el consumo de adaptógenos es una práctica segura, que puede llegar a ser un excelente complemento para nuestra rutina de alimentación y un gran soporte para regular el funcionamiento de nuestro cuerpo a diario.
*NOTA: Los adaptógenos no reemplazan bajo ninguna circunstancia los medicamentos o tratamientos prescritos. Siempre consultar con tu médico en caso de dudas.
